jueves, 9 de octubre de 2008

Gobierno Aventajado en Municipales




Como partido de gobierno, el Frente Sandinista concurre a las elecciones municipales, cuya campaña oficialmente inicia el próximo jueves, con amplias ventajas: no sólo controla el Consejo Supremo Electoral y las principales plazas políticas del país, sino que además cuenta con un presupuesto discrecional para hacer política electoral, que el propio ministro de Hacienda Alberto Guevara ha calculado en un mínimo de cinco millones de dólares.

El sociólogo Manuel Ortega Hegg, director del Centro de Análisis Sociocultural de la Universidad Centroamericana (UCA), resume así las ventajas: tienen 87 alcaldías en lugar de las 52 que tenían antes del 2004, y cuentan con más recursos económicos.

“Probablemente la ayuda externa que está fluyendo de Venezuela, sin lugar a dudas va a impactar en la campaña”, considera Ortega Hegg.

Sin embargo, ser gobierno también le trae algunas desventajas por el desmejoramiento de las condiciones de vida de la población, el encarecimiento de los productos básicos, etc.

“Además de eso, hay un ambiente de temor, sobre todo en los sitios urbanos, donde la gente percibe mucho más todas estas tensiones que se están produciendo en el país”, agrega.

A diferencia del 2004, la oposición liberal va en alianza “aunque frágil” pero aglutina las dos fuerzas que mostraron mayor músculo en el 2006: el PLC y el movimiento liderado por el ex candidato presidencial Eduardo Montealegre.

Si se mantiene la alianza, “esto le da una fuerza mayor a la oposición”, calcula Ortega Hegg.

45% de independientes ¿apáticos?

Tal como se ha mostrado en las últimas seis elecciones, el electorado independiente —entre el 40 y 45%—, tendrá “un peso muy fuerte” en los resultados.

Generalmente el independiente tiende a votar en contra del FSLN, se siente atraído por los candidatos no sandinistas, según Raúl Obregón, director de la firma encuestadora MyR.

Pero tienen mayor participación en las nacionales que en las municipales.

Así, en las municipales del 2004 el independiente dejó que las cosas se decidieran por la simpatía partidaria. El índice de abstención anduvo por el orden del 56%, mientras que en una nacional llega apenas a un 24%.

“En estas elecciones habría que ver el papel que van a jugar los independientes. Si ellos se abstienen, entonces la lucha va a ser entre el FSLN y los liberales”, señala Obregón.

Donde los sandinistas van en una sola Casilla “2” (el Consejo Supremo Electoral canceló la personería jurídica al Movimiento de Renovación Sandinista).

En cambio, los liberales tienen dos casillas: la “1” del PLC –VCE y la “Casilla 9” de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) en manos de Eliseo Núñez padre.

“Todo pareciera indicar que si hay niveles de abstención similares a los del 2004 con un FSLN solo en su banda. Si eso se mantiene el Frente podría ganar las mismas alcaldías, incluso podría tener algunas más”, piensa Obregón.

Liberales deben conquistar independientes

Obregón considera que el PLC tendrá que alentar a los independientes a votar, para no arriesgar cabeceras departamentales como Rivas, reconocido bastión liberal, donde el candidato con más potencial para ganar la alcaldía corre por ALN.

“La alianza entre Eduardo con el PLI y el PLC lo que está haciendo es aglutinando la base liberal (que calcula en un 18 a 20%) pero lo que sucede es que la base liberal es menor que la sandinista”, señala.

Así quedó demostrado en las elecciones nacionales de 1990, con el triunfo de Violeta Barrios de Chamorro, y también en el 2001 con Enrique Bolaños, por ejemplo.

“No son los liberales, son los independientes. Por eso, es que yo le asigno un gran peso a la decisión del independiente. El gran mercado que debería de conquistar es a los independientes y si éste no se motiva a votar, el beneficio es para el FSLN”, razona Obregón.

Debilidad FSLN: Superar el 38%

Por el lado del FSLN, la gran debilidad es que “son minoría” pues los registros de votación indican que no logran superar el 38%.

En términos numéricos 6.5 de cada diez nicaragüenses son adversos al FSLN “y no vota por ellos”, mientras hay un “3 y pico” que sí lo hace.

“Además, que hay un estigma que no logran remontar ese número. Pueden llegar al 40%, pero de ahí no pasan, esa es la principal debilidad que tienen. Por muchas propuestas que tengan, por muchas calles que andan haciendo, pero no voy a votar por ellos”, señala Obregón.

Obregón reconoce que en el 2004, el mejor aliado del FSLN fue la abstención que marcó 54%.

“Entonces, en circunstancias de mayor abstención, ellos se convierten en la mayoría y así es como han logrado posesionarse de diversos cantidades de cabeceras departamentales”.

Aguirre: Ortega y Murillo son el arma secreta

Al diputado liberal, Francisco Aguirre Sacasa, le tocó como jefe de campaña del PLC analizar el post mortem del 2004, en el que detectaron tres problemas serios: la división del voto por la promoción de la Alianza por la República (APRE) desde el gobierno de Enrique Bolaños, enfrentar la apatía que conlleva una elección municipal “que resulta en abstencionismo”, y tercero “fiarnos de nuestras estructuras organizacionales” que estaban más débiles de lo que pensaban.

Pero ahora cuentan con un arma secreta, dice Aguirre: “El presidente Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo”.

“Creo que la gente de Nicaragua, no sólo los liberales, no sólo los independientes, sino que muchos sandinistas están realmente hartos de la situación que está viviendo el país y que comprenden que quedarse en su casa, o votar por algunos de los micro partidos que apoya el Frente Sandinista, lo que haría es atentar contra los intereses de la vasta mayoría de los ciudadanos de este país”, puntualizó.

Sep-30-08 - por Lourdes Arróliga*
*Artículo publicado en el semanario CONFIDENCIAL de Nicaragua

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